El laberinto y el minotauro.
Camino, sin sentir que estoy andando.
¿Dónde estará mi vida?
Las mañanas llenas de sol, ¿Dónde las perdí?
Sentir, sin sentir.
Luchar por instinto animal.
Devorar, desaparecer y llorar…
¡Oh dulce Teseo!
Déjame aquí, tan maldito, tan feroz, tan infeliz.
Quiero enloquecer dentro de estas paredes tan iguales, sin
ilusiones y sin vida.
¡No me mates! Mira mis ojos, no soy tan diferente, sigo
siendo humano.
¡Sé que he asesinado, ten piedad de mi!
Teseo, no deseo ser libre.